~Lira~

Pude sentir su semen deslizándose por la parte interna de mis muslos como si le perteneciera.

—¿Y la peor parte? —Susurré en las sábanas—. La peor parte es que sé que lo harás de nuevo. No has terminado, ni siquiera has empezado. Me mantendrás aquí, me harás llamarte "Papi", y me follarás tantas veces que olvidaré cómo es la luz del día. Me arruinarás y luego sonreirás cuando te dé las gracias por ello.

Él gimió de nuevo, más profundo esta vez, por lo que sentí su nudo temblar y mi coño se contrajo otra vez.

—Tengo dieciocho años —gimoteé—. Se supone que debo estar solicitando ingreso a universidades y teniendo crisis existenciales, bebiendo té y llorando por chicos que no saben que existo. No... esto, no ser inseminada por el padre de mi mejor amiga mientras mi útero canta el puto coro del Aleluya porque tu polla no se ha movido en treinta segundos.

Giré la cabeza y lo miré con mis mejillas ardiendo, mi cabello pegado a mi cara, y todo mi cuerpo temblando con cada pequeño movim