~Lira~
Estaba de pie al final del pasillo, con el cabello en una coleta desordenada, sosteniendo un tazón de cereal en una mano y mirándome como si acabara de regresar de robar un banco.
—¿Hola? —Agitó la cuchara de cereal—. Te he estado llamando. ¿Dónde diablos te metiste?
Mi boca se abrió, pero no salió nada.
Mi coño palpitó, todavía estaba goteando, con mis muslos pegados.
Su camisa colgaba de mis hombros como una confesión. Demasiado grande y negra, probablemente todavía olía a su sudor.
Oh, por mi puto Dios.
Abrí la boca de nuevo, esperando que un milagro ocurriera, pero mi cerebro estaba haciendo ese sonido estático, el que solo gritaba "JODER, JODER, JODER", una y otra vez como una radio de puta rota.
—¿Estabas con alguien? —Entrecerró los ojos al instante, dando un paso adelante como un depredador olfateando un secreto—. ¿Por qué estás... espera, esa es la camisa de mi papá?
¡Bum!
Eso fue todo.
Mi corazón se detuvo oficialmente.
Fin del juego.
Lira.exe ha fallado.
Intenté sonre