Capítulo 62. Suéltalo.
~Damián~
—Tómalo, joder, trágate cada gota...
No la dejé moverse, simplemente la agarré de la cabeza y le di de comer mi corrida caliente, espesa e interminable. Disparo tras disparo, fueron directamente por su garganta hasta que estaba temblando.
Intentó apartarse, pero yo gruñí.
—Trágatelo, nena, cada maldita gota. No dejes que ni una salpique el suelo. Quieres ser mi niña buena, ¿verdad?
Ella gimoteó y asintió, con las lágrimas surcándole las mejillas mientras su garganta se movía a mi alrededor. Se lo tragó una vez, dos y otra más. Chupó la última gota como si yo fuera su sabor favorito y acabara de probarlo después de años. Cuando por fin me retiré, de forma lenta y temblorosa, con la polla húmeda, roja y brillante, ella abrió la boca con la lengua fuera.
Estaba limpia, vacía y malditamente hermosa.
—Buena, jodida, niña —jadeé, agarrándole la cara con una mano y pasando el pulgar por sus labios empapados—. Mira este desastre, mira lo que te hiciste, maldita sea.
Me agaché, colocan