Capítulo 80. Desesperación.
POV Omnisciente.
Mía había pasado los últimos días en un aislamiento estratégico, puliendo su apariencia y su plan, ajena a los acontecimientos más recientes. Su teléfono vibró: era Olivia.
—Mía, tengo noticias frescas —dijo Olivia, cuyo tono no podía ocultar la mezcla de sorpresa y nerviosismo que sentía.
—Espero que sean buenas. Estoy a punto de pasar a la siguiente fase —replicó Mía, alisando la tela de su vestido de seda.
—No sé qué tan buenas serán para ti —dijo Olivia, y Mía percibió una extraña vacilación en su voz. —Isabella ha dado a luz a un niño. Nació hace unas horas en la Clínica Central. Y... Jeremy estaba allí con ella.
El vaso de agua que Mía tenía en la mano se detuvo a centímetros de sus labios. Sus ojos se estrecharon y la noticia la golpeó como un puñetazo en la cara.
¿Isabella había dado a luz? ¿Y Jeremy estaba con ella? No formaba parte del plan. Su plan no contemplaba que su expareja consolidara su vínculo con la llegada de un hijo.
—¿Qué dices, Olivia? —pregunt