POV Isabella.

El sol de Seattle se filtraba por las altas ventanas de mi nueva oficina, bañando la caoba pulida del escritorio con una luz que, irónicamente, se sentía más cálida que nunca.

Había pasado las primeras horas del día absorbiendo cada detalle de los informes, asistiendo a una breve, pero intensa reunión con Joseph y la junta para delinear la estrategia de "control de daños". Mi ascenso fue rápido y estrepitoso, y yo estaba decidida a cabalgarlo.

Mientras revisaba un organigrama que ahora me ubicaba en un lugar prominente, muy por encima de la mayoría, el zumbido del intercomunicador me sacó de mis pensamientos.

—Señorita Rodríguez, Jeremy Walton está aquí. Insiste en verla —La voz de Amy sonaba tensa.

Mi corazón dio un vuelco. No esperaba verlo tan pronto. ¿Qué quería? ¿Confrontación? ¿Piedad? Asentí.

—Déjalo pasar, Amy.

La puerta se abrió y Jeremy entró. No era el Jeremy que recordaba. Ya no el CEO altivo y seguro de sí mismo.

Sus hombros estaban ligeramente caídos, su tra