[...]
Ramona estaba saliendo de la habitación cuando encontró el contenido de la conversación muy interesante.
- Es muy amable.
Ramona
¿Comisario? ¿Qué puede querer la entrometida con este tipo? ¿Le debe algo a la justicia?
- Una mujer como tú es una joya distinguida.
- ¿Una joya? Interesante.
- ¿Un diamante rarísimo, pero volviendo al asunto y Anastasia? ¿Ha prestado algún tipo de asistencia a Carolina y la muchacha llegó bien?
- Anastasia aún no ha ayudado, pero lo hará y ni siquiera tiene que preocuparse. Carolina llegó bien y está descansando.
- Sé que lo lograrás, creo que no hay nada en este mundo que tu manera no consiga... claro con todo el respeto que mereces.
- Ya lo sé.
- En breve pretendo ir hasta la ciudad para tomar una vez más el testimonio de Anastasia y de Carolina, hasta allá cualquier cosa que necesiten entre en contacto.
- Muchas gracias y pasarla bien.
Colgué y me topé con Ramona parada en la puerta de su salón y con esa cara de arpía y perfume barato.
- ¡Buenas t