Por Alejo
Estábamos en mi habitación, cuando escuchamos el timbre, eran Karla y Walter, reconocí la voz de mi amigo.
No bajé, primero quería tranquilizar a mi mujer y a mi hija y por distintos motivos.
-Sofi, mi vida, el abuelo hizo pasar a esa mujer, porque cuándo la escuchó hablar, se dio cuenta de que ella era una de las cómplices y no quería que se escape, los hombres que están siempre con nosotros, son policías que nos cuidan, su trabajo es protegernos y atrapar, a las dos mujeres malas.
-La que entró fue la que le dio un beso al señor más malo.
-Desde está noche, ellas dos van a estar presas.
-Me alegro papi, el abuelito parece policía, sabe todo.
Me reí por su conclusión.
-Sí, tu abuelo es un genio.
Miré a Florencia y lo que sigue, va a ser más difícil.
-Cielo…
No sabía ni por dónde empezar.
-No sabía porqué estaba en la puerta, es evidente que la mucama le pasaba la data, es la primera vez que ella entra a esta casa y la hizo entrar mi padre, porque escuchó todas sus palabras,