Capítulo 92: Obsequio de bodas tardío.
Bastien abrió otra carpeta, más delgada.
Adentro había fotografías montadas, renders a color, planos con líneas y notas a mano.
Colocó una sobre la mesa. Era una fachada blanca, de líneas sencillas. Un rótulo sin letras, ventanales altos, y dentro, paredes amplias, luz natural corrida, un patio interno con un árbol joven. Un área de exposición con marcos en blanco y un pequeño café en la esquina.
—Es un obsequio de bodas atrasado~ —dijo el CEO, con una sonrisa que le suavizó la voz—. Está en construcción.
Margot acercó la hoja, la tocó con sus dedos ligeramente temblorosos.
—¿Qué… es?
—Tu galería —respondió Bastien, con seguridad—. Para ti. Para que llenes las paredes con tus fotografías de ahora y las que vendrán en tus viajes. Para que expongas, para que invitaras a otros a soñar, para que enseñes, si quieres. Para que tengas un espacio donde mandes tú, Margot.
Ella se llevó la mano a la boca. El brillo en los ojos fue debido a lágrimas, pero de alegría… ella tragó saliva c