Capítulo 60: Eso eres para mí: nada.
El silencio reinó en la oficina del CEO Delacroix.
Bastien la miró sin parpadear, con su rostro inexpresivo, que rápidamente se llenó de frialdad.
La prueba temblaba apenas en su mano, y él la dejó sobre el escritorio como si arrojara un documento sin valor, sin siquiera rozar los zapatitos en la caja.
—Vamos a tener un heredero —continuó ella, dando un pasito—. Formaremos una familia, Bastien. Es tu hijo… el nuestro. Lo mejor es adelantar los planes y casarnos lo más pronto posible, ¿sí?
Él ladeó el rostro, aún sin hablar, sus dedos sobre el escritorio moviéndose como si pensara seriamente en algo, y justo cuando el CEO abrió la boca para hablar…
Tock~ Tock~
Tocaron a la puerta.
Bastien alzó la vista como si hubiese esperado ese sonido.
—¿Quién es? —preguntó el CEO, sin apartar la mirada de Madeleine.
—Viktor Ivanov —respondió una voz masculina grave, detrás de la madera—. Traigo noticias para ti.
La boca de Bastien formó, por primera vez en esa noche, una s