✧✧✧ Un mes después, en Santorini, Grecia. ✧✧✧

La brisa marina se colaba suave por los ventanales abiertos de la villa, trayendo consigo el aroma salado del mar y el sonido lejano de las olas rompiendo contra las rocas.

La habitación más amplia de la planta alta, no era una habitación cualquiera… estaba equipada con todo lo necesario para los cuidados médicos de dos recién nacidos.

Dos cunas blancas, monitores portátiles apagados, una mesa auxiliar con material médico y un par de sillones cómodos.

Las cortinas claras se mecían lentamente con el viento y en una de las cunas, el niño vestido de celeste, con un gorrito de osito, movía las piernas y balbuceaba bajito.

En la otra cuna, la niña de rosa, con un gorrito que dejaba escapar mechones oscuros, dormía plácida, su respiración tranquila y acompasada.

El doctor Kalogeras revisaba unas hojas en su portapapeles mientras dos enfermeras guardaban los instrumentos médicos.

—Han evolucionado muy bien… —comentó el doctor, con una so