Capítulo 54: En mis manos.

Roxanne se cruzó de brazos. Un segundo, solo uno, cerró los ojos como quien calcula la jugada siguiente en el tablero.

Al abrirlos, ya estaba de nuevo compuesta.

—Entonces ve —aceptó la mujer—. Pero recuerda quiénes somos y qué nos deben. No hagas una estupidez, y recuerda que el amor, hijo… el amor también se negocia, se compra, se obtiene a la fuerza, tarde o temprano.

Él sonrió de lado, esa sonrisa cansada de un hombre que ya ha decidido.

—Como digas… —murmuró.

Se dio la vuelta, recogió su chaqueta, y se marchó.

Clack~

Roxanne, sola en la habitación, se miró otra vez en el espejo. El rojo de sus labios parecía más intenso.

—Dubois —dijo para sí, con un hilo de voz que nadie oyó—. Todo esto me ha costado una vida.

…………….

✧✧✧ Dos días después, en un pueblo de Suiza. ✧✧✧

El camino de tierra bordeaba un río de aguas claras. Pinos altos, prados en flor y una brisa que traía el olor a hierbas frescas.

El cielo era de un azul claro y perfecto.

Entonces, un vehículo osc
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