- Si dudas de cuánto me encantas, solo mira como me pones con un beso. - tomó mi mano y la llevó a su miembro que de nuevo comenzaba a despertar. - Está vez no dejaremos esto a medias. - me empujó sobre la banca y se subió en mi, volvió a besarme de nuevo, sus manos me estimulaban por encima de la ropa y con su cadera se estimulaba el solo frotándose contra mi abdomen.
- Quiero cogerte, no, quiero, quiero hacerte el amor, aquí y ahora - susurró comenzando a perder la compostura. - ¿Me dejarás? - mi respuesta fue llevar mi mano a su pene y apretarlo suavemente.
- Ah~
Era muy extraño escuchar gemir a Fernando, y sin embargo cuando lo hacía sonaba delicioso.