El único obstáculo era lo que sentía cuando lo admiraba.

Porque sí, lo admiraba.

Ver todo lo que ha hecho para proteger a los suyos me hace sentir que no es un enemigo… sino un líder admirable. Y eso, más que su magia, me aterra. Porque no dejo de pensar en las palabras de Andy:

“No puedo estar con Kaleb después de todas las cosas horribles que ha hecho.”

Pero cuando sepa la verdad… cuando vea quién es realmente Kaleb, entenderá que no es el monstruo que imaginaba. Y yo sé lo que eso significa.

Él podría arrebatarme a Andy.

No con poder. No con magia. Sino simplemente siendo él mismo.

Y aunque intento pensar con claridad, los celos me devoran. Por más que quiero ser justo, siento que jamás podré superar el amor que alguna vez se tuvieron.

No esperaba que el proceso de purificación durara tanto. Han pasado muchos días y aún no he hablado con el Rey. Mi ansiedad crece con cada amanecer.

Para calmarme, comencé a entrenar. Me uní a los guerreros que se preparan para la batalla y aprendí c