― Pronto haré una visita a Leifos para instalar el escudo. Tal vez pueda acompañarme y así conozca Teren ― dije, siguiendo su juego en caso de que nos estuvieran escuchando.
― Me alegra que lo entienda ― respondió con una leve sonrisa. Claramente había algo más que no podía decirme aún.
En ese momento, Gale entró en la sala. Seguramente ya se había empezado a preocupar por mi tardanza.
― ¿Está todo bien? ― preguntó, directo y atento.
― Sí, solo estábamos evaluando dónde podríamos conseguir más aliados ― respondí con naturalidad.
― ¿Y no pensaron en llamarnos? ― replicó con un leve tono de reproche.
― Fue solo una conversación de unos minutos, nada formal ― aclaré rápidamente.
― Así es ― intervino el Rey Elfo ―. Solo sugerí hablar con los ejércitos de la Tierra, además de proponer una alianza con los piratas. Eso es todo ―
Gale no parecía del todo convencido, pero confiaba en mí. Dejó el tema en paz, aunque sus ojos no se apartaron del Rey Elfo en ningún momento. En cuanto al plan del R