Capítulo 082. El infiel.
Inés se encontraba en su oficina del grupo Kalman, con las entrañas revueltas por un fuego helado. Se había enterado de que Anton había viajado a Rusia y, aunque trataba de engañarse, la posibilidad de que estuviera buscando a Yalens era muy real. El pensamiento le taladraba la mente. A pesar de que él le había cedido un lugar en su vida, jamás le había permitido acercarse de forma romántica o física. Era dolorosamente obvio que su corazón seguía perteneciendo a ella.
 El estruendo del puño de Inés golpeando su escritorio resonó en la habitación, rompiendo la quietud. Estaba exhausta. En los últimos tres días no había logrado avanzar con los diseños que estaba desarrollando. La frustración la consumía, era un peso sofocante.
 — ¡Qué fastidio! Necesito liberar esta carga...
 Con un movimiento brusco, sacó su celular y sus dedos teclearon un mensaje.
 Inés: [¿Podemos vernos? Necesito verte]
 Isaak: [Pensé que estabas muy bien con Kalman]
 Inés: [No está en la ciudad. ¿Puedes o no? 🤨]
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