Capítulo 044. Lluvia torrencial.
La cena terminó de una manera muy agradable. Las dos parejas se despidieron con una promesa: volver a encontrarse a finales del otoño para la presentación de los nuevos autos del Grupo Romanov en el gran premio de Fórmula Uno de Alemania.
Yalens no podía ocultar su emoción. De regreso a la mansión, una inmensa sonrisa iluminaba su rostro. Además, la señora Romanov la había invitado a ser embajadora de LIME en el desfile de temporada en Rýbinsk la próxima primavera. La noticia le había subido el ánimo por completo.
—Veo que te agradaron los Romanov —observó Anton con una sonrisa, captando la alegría de Yalens por el espejo retrovisor.
—Sí, son personas muy agradables —respondió ella, sin dejar de sonreír.
Mientras una leve armonía llenaba el interior del auto, una repentina lluvia torrencial comenzó a caer sobre la ciudad de Mannheim. Al ingresar a la propiedad, el coche se adentró en una gran zona de bosque que rodeaba la entrada de la mansión.
Un fuerte "¡POOF!" seguido de un chi