Capítulo 038. La carta.
Yalens se acercó a Dennis y la rodeó con sus brazos.
—Gracias... ¿Cómo conseguiste estos documentos? ¡Los buscamos durante tanto tiempo! —susurró, con la voz quebrándose por la emoción.
Dennis le dio una palmada reconfortante en la espalda.
—Señora, llegaron a mi departamento ayer. Hay angelitos que la cuidan —murmuró, con una sonrisa sincera.
Yalens esbozó una sonrisa temblorosa, se separó de Dennis y caminó hacia sus abogados para agradecerles, con el corazón rebosante de gratitud. Después, regresó al lado de Anton, quien la esperaba con una sonrisa que la hizo sentir que su corazón latía más rápido que nunca. Sus miradas se encontraron y, en ese instante, el mundo exterior desapareció.
Al salir del imponente edificio gubernamental, una avalancha de periodistas los esperaba. Las cámaras destellaban y una ráfaga de preguntas se disparó hacia ella.
—¿Señora Kalman, cómo recibe la decisión de la jueza?
—¿Qué decisiones tomará ahora para el grupo Reymond?
—¿Qué se siente