Anton midió el tiempo en su reloj y como había dicho media hora después descendió de nuevo a su oficina pero antes de ingresar, paso a su baño privado donde después de lavar sus manos las paso húmedas por su nuca y barbilla para tranquilizar su mente.

Al llegar a la gran puerta de su oficina, Anton noto que estaba entre abierta, así que ingreso con duda ya que todo se escuchaba tranquilo.

Cruzo el lumbral y encontró a Yalens sentada en la silla del escritorio con sus piernas cruzadas y su espalda apollada en esta levemente inclinada hacia adelante posando sus brazos sobre los bordes de la silla.

—Señor Kalman, el documento final está listo solo falta que lo firmemos y lo registremos.

>>Eso quiere decir...<< Era correcto Yalens estaba aceptando casarse con el.

Yalens ocultaba el caos que esto le generaba, su espalda erguida y sus brazos sosteniendo sus deseos de salir huyendo de allí, eran un cálculo que no sabía cuánto podía mantener.

Anton sonrió con duda, observo la ofici