51. Los sueños de Kathia
— Kat, ¿sigues ahí?
Sí, lo estaba, pero se había quedado pasmada durante eternos segundos.
¿Qué diablos estaba haciendo Cassio…? ¿Y por qué estaba asumiendo una culpa que no le correspondía?
— ¿Kat…? — insistió su amiga, preocupada.
— Sigo aquí — musitó apenas con un tono audible, y se llevó de manera intuitiva las manos al vientre porque de pronto sintió que las arcadas de los últimos días regresarían — ¿Por qué Cassio está haciendo esto? No lo entiendo… Siena, ¿qué ocurre?
Su amiga suspiró del otro lado de la línea.
— No lo sé, pero parece que…
— ¡Se está culpando a sí mismo de un error que no le corresponde! ¡Debería ser yo la que estuviese dando declaraciones! ¡Fue muy error! ¡Fue…!
— Kat, no, si hay un culpable aquí es tu jefa. ¡Fue ella la que tomó tus notas para hacer todo este escándalo!
— Sí, pero si yo no hubiese subido la información a la web, entonces esto no estaría ocurriendo.
— Fue un error involuntario — replicó Siena con pesar y ella se dejó caer en el sofá porque las