50. Cassio, tienes que demandar a la periodista
— Cassio, esto está fuera de control — le comunicó su agente apenas contestó la llamada —. En las últimas dos horas hemos perdido demasiados clientes y los empleados comienzan a cuestionarse su futuro en la constructora. Este asunto familiar está dando mucho de qué que hablar y…
— No me digas algo que ya sé — expresó con la voz profunda —. Y te pago mucho dinero para que sepas manejar este tipo de situaciones, no para que me des excusas que ahora mismo no necesito.
— Lo sé, Cassio, y hemos estado trabajando arduamente las últimas horas sin resultados, por eso el motivo de mi llamada. El equipo y yo creemos que una solución factible para esto, y para limpiar tu apellido, es que demandes a la periodista.
Cassio echó la cabeza hacia atrás y tomó una profunda bocanada de aire.
— La periodista a la que te refieres es la madre de mi hijo.
— Lo sabemos.
— ¿Y aun así te atreves a sugerir semejante estupidez? ¡Resuelve esto, carajo!
El hombre del otro lado de la línea se quedó varios segundos