Acepto

Tomé mis cosas y salí de allí, honestamente no entiendo a Pablo, como puede pensar en mí para eso. Aunque no voy a negar que me afecta lo de mi hermano, no sabía que estaba tan endeudado. En lugar de ir al ensayo me fui para su trabajo, al llegar todas las personas elegantes y bien vestidas me miraban, me dirigí hasta el despacho de él y di dos toques a la puerta. Al entrar él estaba leyendo algo. 

—Mocosa, ¿Qué haces aquí? —se acerca y me abraza. 

—Hermano, quería saber ¿cómo vas con el dinero de la universidad?, es decir, ¿ya pagaste todo? Quiero saber para poderte ayudar, a mi me pagan en el teatro y podría ayudarte. —Intentó persuadirlo.

—Eso lo resuelvo yo, no te preocupes. —Da un beso en mi frente y siento un nudo en mi garganta. 

—¿Quiero saber cuánto debes? puedes confiar en mí por favor —él resopla. 

—La beca me cubrió una parte, debo lo otro. Pero no te preocupes ya lo estoy solucionando, yo me encargaré de eso. Tú solo preocúpate por arrasar con esas actuaciones, me debes avisar cuando es tu obra para ir. Ahora mocosa, tengo mucho trabajo. ¿Te parece si en la noche comemos algo? —Asiento con mi cabeza. Le doy un beso y salgo de allí. 

En lugar de ir al teatro me voy caminando, la propuesta de Pablo suena una y otra vez en mi cabeza, no podría salir nada malo de eso, ayudaría a mi hermano que es lo más importante, sin contar que generaría celos en Roy. Camino por un parque y me siento a pensar, esto es una locura. 

Me desperté con un fuerte dolor de cabeza, no pude conciliar el sueño, las palabras de Pablo y de mi hermano martillaban mi cabeza una y otra vez. No puedo creer lo que voy a hacer. Llamé a Pablo y lo cité, espero y no arrepentirme de esto. Me duche y me puse algo presentable, debía ir a la universidad y allí me encontraría con él. 

Roy llegó por mí, para luego pasar por Lu, él se puso a hablar por teléfono supongo que con su novia, se veía muy feliz, mordí el interior de mi mejilla conteniendome, eso me afecta y mucho, ¿Será que a él le afectaría también verme con alguien?  

Al llegar por mi amiga, ella hacía algunas muecas al escuchar lo empalagoso que es Roy, por el retrovisor me miraba con pesar. La clase de expresión corporal estuvo un tanto aburrida, hoy el profesor solo se encargó de  contarnos como su novia le había sido infiel, mi teléfono sonó, un mensaje de Pablo indicando que estaba afuera, aprovechó la distracción y me escabullí para salir del auditorio. 

Camine por los pasillos hasta que lo vi recostado con su teléfono en el carro. 

—Hanna, que gusto verte. —Hago una mueca.

Nos dirigimos a un lugar más discreto, me siento como si estuviera haciendo algo ilegal. 

—No puedo decir lo mismo. Subamos al carro, no quiero que nadie me escuche. —Cada uno subió por un lado, él mueve las manos impacientemente. 

—¿Será solo por seis meses? —él asiente—. Esto lo hago por mi hermano, por la deuda que tiene. Mis papás perdieron todo antes de morir, por su adicción al casino, no quiero que mi tía se  sienta más comprometida de lo que está ahora. Así que sin más acepto. 

—Me parece bien, igual habrá un contrato de por medio. Tendremos que seguir algunas normas. Mira Hanna, sé que no es fácil para ti esto, puedo asegurar que para mí tampoco. Solo es un maldito requerimiento de mi papá, es una completa locura; si le vemos el lado positivo salimos ganando los dos, también te ayudaré con mi hermano, este favor será bien recompensado te lo prometo. Por ahora vuelve a clases, cuando tenga el documento listo te llamaré para firmarlo. —En silencio bajó del auto, creo que acabo de vender mi alma. 

Lo que quedaba del día estuve sumamente distraída, a mi hermano le va a dar un infarto, a mi tía igual, sin embargo, la reacción de Roy es un misterio para mí, una llamada de Pablo me saca de mis pensamientos ”te veré en el mismo lugar de ayer. No tardes" fue lo único que dijo. Me despido de mis amigos y salgo para allá. Ellos me miran de forma sospechosa, no suelo irme así y sola. 

Al llegar él está esperándome en la entrada, sigo sin siquiera saludarlo, espero no arrepentirme después de esto. Me ofreció agua pero lo rechacé. 

—Este es el contrato, acá está relacionado cuanto ganarás con esto, sin contar con algunos beneficios extras. —Abro mis ojos, de verdad es que cuando tienen dinero, no les importa gastarlo en cualquier cosa—. Hanna, cabe destacar que es un contrato con confidencialidad, nadie puede enterarse.

—Quiero dejarte algo claro, no habrá contacto físico entre los dos —él se ríe y niega con su cabeza mientras chasquea con su lengua—. Adicional, tampoco es que quiera que todos se enteren de lo que estoy haciendo. 

—Claro que no, tú puedes tener tus amoríos por ahí igualmente yo, obvio todo en secreto. Créeme que lo que menos quiero tener contigo es contacto físico. Eres algo así como mi hermana menor, eso es un poco asqueroso ¿Comprendes? Ante mí padre y los demás debemos actuar como novios, haremos una cena para anunciar el compromiso hoy mismo en la noche, puedes invitar a quien quieras. Hoy compraré el anillo, organizaré  todo y cuando lo tenga todo listo te aviso, Hanna entre más pronto hagamos esto, más pronto saldremos de esta mentira. Tú podrás cumplir tu sueño y tener algo con Roy y yo cumpliré el mío.

Creo que estoy firmando un pacto con el diablo. 

Volví a mi casa, hoy no tengo cabeza para poder ensayar. Debo tomar esto como un papel más, para esto estudió actuación, para poder desarrollar personajes que son una completa mentira en mi verdad ¿Verdad? Esto no solo lo hago por tener algo con Roy, claramente eso sería brutal… También lo hago por mi hermano, no sé que haría si él dejara sus sueños por no tener como pagarlos. 

Me encierro en mi habitación, me quedo mirando por el espejo, aún no creo lo que voy a hacer. 

Mi hermano golpeó la puerta y antes de permitir su entrada, limpió las lágrimas que salieron sin darme cuenta. Abrí con una sonrisa extremadamente fingida. 

—Mocosa, te estaba esperando, quiero salir a comer algo contigo. No hemos tenido tiempo de pasarla juntos, solos. —Él baja su mirada hasta mi rostro y me mira de forma desafiante—. ¿Estás bien?

—Estaba preparándome, ya sabes que quiero el personaje protagónico a como dé lugar. Mira la actuación es tan realista para mí, que lo práctico en cualquier momento. —Levanto mi pulgar y él sube los hombros restándole importancia—. Claro que me gustaría salir, sin embargo, quiero que te pongas aún más guapo de lo que eres, tenemos una cena en casa de Pablo. Llevaremos a mi prima, a mi tía y a mi loca amiga. 

—¿Por qué me invitas tú y no él? —Rascó mi cabeza, él es un hermano controlador y celoso—. No me digas que te hiciste novia de Roy, sabes que él no me gusta de a mucho. 

Ruedo mis ojos, si supiera que a mi si me gusta, es más vivo soñando con estar con él y tener unos cinco hijos. 

—Oyeme, ¿Luego a quién le tiene que gustar los chicos, a ti o a mi? —Le hago un movimiento con mis manos, restándole importancia. 

—Lo sé mocosa, solo que aún eres muy chiquita para que andes con alguien, eso haría que te desenfocaras de lo verdaderamente importante. No obstante, no voy a discutir eso contigo, deja yo me entiendo con los cuervos que quieran acercarse a ti. Arréglate con algo decente, saldremos a comer una hamburguesa, para así poder estar en casa de Pablo temprano.  

Jey sale, boto todo el aire que tengo acumulado, antes de poder salir con mi hermano, llamo a mi amiga Lu, necesito que ella sepa todo, es en la única que confió. Le marco por video, ella tiene una mascarilla que la hace ver muy graciosa. 

—Amiga, me sorprende que me llames tan temprano, ¿Vamos a comer algo? 

—Te necesito, pero no nos podemos ver hasta la noche… Debo contarte algo Lu. 

Comienzo a mover mis brazos mientras le cuento todo, lo del contrato, lo de esta locura, lo de Roy. Me siento miserable, ella solo hace su rostro de sorprendida, asiente un par de veces y se ríe. Al final ella me apoya en todo, me va a dar algunos consejos, o cosas así. Quedamos de vernos en la noche en casa de Pablo, ella está preparada para el caos de esta noche. 

Salí de mi habitación, luego de ponerme una falda y una blusa. Mi tía estaba con mi prima y Jey en la sala, tenían una caja en la mano y miraban con curiosidad. 

—Mocosa, ¿Quién te envió esto? —Me acercó y tomó la tarjeta. 

“Para esta noche, lleva esto. Se verá más profesional”

—De eso quería hablarles, tía los invito a una cena esta noche. Dejaré esto en mi habitación y nos vamos a comer Jey —hable lo más rápido que pude. 

Subo a mi habitación sin esperar que alguien me diga algo  y destapó la caja,  el vestido color salmón es corto, o tal vez me quedé hasta la rodilla, de tiras y una tela suave y lisa. Miro una caja más pequeña con terciopelo, la abro y es lencería. Los colores se suben a mi cabeza, tomo mi teléfono y llamó de inmediato a Pablo. 

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