Mundo ficciónIniciar sesiónDespués de pagar sus compras, Adeline caminó hacia la cafetería cercana al supermercado, con los brazos cargados de varias bolsas.
Pidió un chocolate caliente. No pasó mucho tiempo antes de que el barista regresara, dejando la taza humeante frente a ella, junto con unas galletas.
Adeline se quedó mirando al frente, ausente, mientras las palabras de Selena se repetían una y otra vez en su mente. El miedo comenzó a apretarle el pecho. Cerró los ojos, y su cuerpo tembló levemente.
Metió la mano en su bolso, buscando algo… y se quedó congelada.
—Dios mío… olvidé mi teléfono —murmuró en voz baja.







