Dos meses después
No había mentido. Harding realmente había venido tres y a veces cuatro días a la semana, para salir a comer o comer con nosotros en la casa. Al principio, me resultaba incómodo después de lo que vi, pero, no podía rechazarlo todo el tiempo.Por lo que, opte pensar que su insistencia en esto, es una forma de no perderse de momentos durante el embarazo y nada más. Ya que, es evidente que las cosas entre nosotros por más que me ayude, no funcionaran.— Miley, te busca el señor Lennox — dice uno de mis compañeros y yo asiento.Hoy, como todas las veces que ha venido a buscarme para salir a cenar o simplemente, ver a las personas pasar, me viene a buscar cuando mi turno está por terminar.— Ya voy a salir. — informó terminando de limpiar todo para marcharme hasta donde se encuentra mi bolso y marcharme. El tiempo transcur