La tensión se sentía demasiado fuerte. Todos estaban pendientes de lo que pasaba y aunque fue notificado lo mismo al piloto, ni siquiera él se atrevía a intervenir en los asuntos de uno de los hombres más ricos del país.
— Bien, no han abierto, así que, yo…. Soplaré y soplaré — dice Harding quitando el seguro del arma — y la puerta derribaré.— ¡Un momento! — dice el padre de Miley, mientras quita el seguro del baño — vamos a salir.Miley, suspira aliviada mientras Harding sonríe satisfecho, cuando ve como la puerta finalmente se abre, mostrando a sus suegros, quienes lentamente, salen del baño, con la mirada fija en el suelo.— Los veo muy callados y tímidos, cuando en realidad, querían escapar de mí. — comenta Harding con voz fría. — No es eso lo que querí