Un año después
—¡No sé la pudo tragar la tierra! Violeta debe estar por ahí, burlándose de mí, con esos hijos que parió, esperando darme una puñalada por la espalda, seguro asesorándose con un abogado, ¡Y esos inútiles no pueden hallarla! Es solo una maldita mujer tonta, no debe ser difícil hallarla —dijo Hugh con rabia
Frente a él estaba Edward Miller, su nuevo administrador
—Tranquilo, Hugh, esto suele ocurrir, ya la encontrarán.
—¡Quiero que la encuentren ya! La quiero ante mí, ella no me va a quitar toda mi fortuna. ¿Podré viajar o no?
—Hablé con el abogado ayer, puedes viajar cuando quieras, la policía no tiene ninguna prueba en tu contra —dijo Edward
—¿Quién pudo poner una denuncia de la desaparición de Milena