Yo suspiro, “Estoy bien, mamá, solo quería despejarme unos días”. Le aseguro, y ella respira aliviada.
“¿Dónde estabas hijo? Tus teléfonos estuvieron apagados durante días y nadie sabía de ti. Pensamos que te había pasado algo terrible”. Dice, tirando de mí para abrazarme. “Cuando Josh me llamó pensamos…” Miro a Josh y veo que está al teléfono con alguien.
“Estoy bien, siento haberlos preocupado. Debí haber dicho algo, pero es que necesitaba un tiempo a solas”, digo, y miro a Sophie, que sacude la cabeza con los ojos luminosos con lágrimas. “Lo siento mucho”. Me disculpo y ella se levanta y corre hacia mí, rodeando mi cuello con sus brazos.
“Estaba tan preocupada, Tristán, por qué no me dijiste nada. Me desperté en mitad de la noche y no estabas”. Ella llora, y yo suspiro encogiéndome de hombros.
“No tenía derecho a preocuparlos, pero es que he estado agobiado con todo y necesitaba escapar”, les digo y envuelvo a Sophie con mi brazo y le beso la frente. “Pero ya estoy bien, y s