__ ¿Lo hiciste? - preguntó Gerard cuando Zoé se dió la vuelta para salir rumbo a su trabajo. - ¿Lo convenciste?
__ Otra vez tú. - blanqueó los ojos. - Lo intenté, no se dió y no pienso insistir en eso.
Continuó su camino, pero su hermano la siguió
__ Te doy mil dólares más. - ofreció y Zoé frenó sus pasos. - Once mil dólares si llevas a tu jefe a la cena de hoy en mi casa.
__ Ni siquiera conozco tu casa, no seas idiota. - reprochó. - Además vengo muy cansada del trabajo, tengo que enviarle el dinero a mamá de las medicinas de papá, no tengo tiempo.
__ ¡Zoé, por Dios! ¿cuánto le enviarás? ¿quinientos? hagamos algo. - sacó la billetera de su bolsillo. - Te doy mil ahorita, lo envías a mamá. - tomó su mano para poner los billetes en la palma de la chica. - ¿Como crees que se sentirá? Va a estar feliz, no le hagas esto.
Zoé no era tonta, notó la manipulación en su hermano. Como sabía que al plasmar una imagen así sería un buen punto para presionarla.
__ Está bien. - dijo, dandose la