Victoria salió del restaurante sin darse cuenta de que, en el automóvil de enfrente, estaba Oliver observando todo lo que había sucedido con ese hombre, a quien él conocía muy bien.
No supo exactamente qué sintió cuando vio a otro hombre cerca de Victoria, pero algo tenía claro, no quería que nadie más se le acercara de nuevo.
La luz del día acariciaba las calles mientras Victoria se dirigía a la consulta médica con el doctor Owen.
Ella subió a su auto. El suceso con aquel hombre poco a poco dejó de rondar su cabeza. Tal vez solo estaba sobre pensando de más, y él simplemente no era alguien relevante.
No necesitaba sumarle más pensamientos a su ya atormentada cabeza.
A medida que se acercaba al hospital, su mente divagaba entre el poco tiempo que le quedaba en este mundo.
Aunque la mayoría de las veces trataba de actuar con resignación, una parte de ella, no quería admitir que le daba miedo morir, dejar todo lo existente atrás, y sobre todo a una edad tan temprana, sin haber vivido el