Capítulo 41 – Cierra los ojos y abrázame
Con pasos firmes y un aire de irritación, Andrews caminó por el pasillo y abrió la puerta del cuarto de Aurora sin siquiera tocar.
Ella estaba sentada en la cama, contando algunas notas apiladas, pero su tranquilidad se vio interrumpida por el estruendo de la puerta chocando contra la pared.
Aurora dio un salto, asustada.
—¿Qué diablos estás haciendo? —preguntó, cerrando los puños al ver la furia estampada en su rostro.
—¡Yo pregunto! —la voz de Andrews salió fría y cortante—. ¿Entonces es cierto? ¿Estabas trabajando en un club nocturno? ¿Qué hacías exactamente allí, Aurora? ¿Te estabas vendiendo?
Aurora abrió los ojos con incredulidad, sintiendo que una ola de indignación subía por su pecho.
—¿Y si lo estuviera? ¿Eso te incumbe? Lo que hacía antes de este matrimonio forzado no es asunto tuyo.
—¿Forzado? ¡Nadie te obligó! Te casaste por tu propia voluntad, ¿de qué estás hablando? —preguntó él con sarcasmo.
—¡Forzado porque estar con un hombr