Capítulo 31: Entre Provocaciones y Verdades No Ditas
Aurora sintió la suave luz de la mañana acariciar su rostro, despertándola lentamente. Su cuerpo aún estaba exhausto, pero la sensación de comodidad y calor a su alrededor la hizo dudar antes de abrir los ojos por completo. Al estirarse, sintió las sábanas suaves y un aroma distinto que no pertenecía a su propia habitación.
Fue entonces cuando la realidad la golpeó como un choque. Sus ojos se abrieron de golpe y recorrieron el entorno a su alrededor. La espaciosa habitación, con muebles imponentes y decoración sobria, era inconfundiblemente la de Andrews. Su corazón se aceleró. ¿Qué hacía allí? ¿Cómo había terminado en esa cama?
Incorporándose rápidamente, su mente intentó buscar los recuerdos de la noche anterior. Poco a poco, destellos de un Andrews con fiebre, su pecho enrojecido y ella cuidándolo aparecieron en su memoria. Recordaba haber sostenido su mano... pero después de eso, el cansancio la venció y se quedó dormida allí