19. Mi medio hermano
POV AIDEN LEFEVRE
Estaba en mi oficina, intentando concentrarme en el trabajo, pero era inútil: la rabia me consumía por dentro. No había podido localizar a Irene; maldito Balestri había bloqueado toda su información. Habían pasado ya cuatro días desde aquella noche en mi casa, cuando recurrí a una artimaña para poder estar a solas con ella. Hice tropezar a Astrid con mi pie, provocando que derramara la copa de vino sobre Irene. Fue la única manera de tenerla tan cerca, de robarle unos minutos que no me correspondían a solas.
Pero Alessandro apareció, irrumpiendo y arruinando el momento.
Desde entonces, el fuego en mi pecho no se apaga.
No soy hombre de temer a otros, y sin embargo, Alessandro… Alessandro me limita. No lo digo en voz alta, pero lo admito su aura peligrosa y los negocios pendientes me detienen.
La manera en que la besó, sus palabras cargadas de deseo hacia ella… me carcomen. Imaginar que es él quien toca su cuerpo, quien roba sus besos, me hace hervir la sangre.