Un mes después.
Luca y Catalina fueron a la clínica, hicieron un ultrasonido, todo parecía ir muy bien.
—El bebé está sano, no veo ningún problema —dijo la doctora—. ¿Quieren saber el sexo del bebé?
Luca y Catalina estaban intrigados, asintieron al mismo tiempo.
—Sí.
—Es una niña.
Luca sonrió parecía feliz. Catalina sintió una conmoción y también un miedo, pero no dijo nada màs.
Al salir, Luca la vio extraña.
—¿Qué sucede, amor?
—Bueno, ser mujer en este mundo cruel, es a veces difícil.
Catalina la abrazó.
—La protegeremos, si tú lo quieres.
Catalina no pudo decir nada.
Luego salieron de casa.
Luca y Catalina decidieron ir a un centro comercial.
—Luca, ¿Por qué hay gente que nos está siguiendo? —preguntó ella.
Luca se negó a decirle ninguna verdad sobre lo que en realidad estaba ocurriendo, pero luego, pensó que vivir en mentiras, no era lo que èl quería.
—Debemos hablar, Catalina.
Esperaron a llegar a casa, Luca tomó su mano, mirò sus ojos.
—¿Qué pasa, Luca? Dime lo que sea.
—¿E