86. Entre...
Capítulo 86. Entre confesiones y pasiones ocultas.
Esa noche la madrugada los envolvía en un silencio extraño cuando Santiago encendió su auto. El motor rugía bajo en medio del silencio de la madrugada. Las luces de la ciudad pasaban rápidas por las ventanillas, iluminando intermitentemente el rostro de Paula, que iba recostada contra el asiento, acariciando instintivamente su vientre. Había pasado todo tan de prisa, que aún no asimilaba cómo en cuestión de horas sus vidas habían cambiado para siempre: de ser piezas en el juego macabro de Monteverde, ahora eran sobrevivientes, dueños de su destino otra vez.
Estuvieron horas en la clínica, entre abrazos, lágrimas y risas nerviosas. Ahora, mientras se alejaban lentamente, las luces de la ciudad parecían menos agresivas, como si supieran que algo nuevo había nacido esa noche.
Santiago la observaba de reojo cada tanto, con la mandíbula tensa, ella llevaba el cabello suelto, enredado por la tensión del día, pero en sus ojos brillaba una ca