77.
Capítulo 77.
Mientras tanto, en el hospital, Paula despertaba de un sueño intranquilo. Una enfermera había dejado sobre la mesa una nueva orden de estudios: análisis genéticos. Se llevó la mano al vientre y suspiró. Sabía que Santiago estaba afuera, moviendo cielo y tierra. Y sin embargo, había un vacío entre ellos que debía llenarse con palabras.
Pero todavía no.
De vuelta en la ciudad, la dirección que les había dado Alberto Valentino los llevó a una casa modesta en un barrio bastante peligroso. Santiago golpeó la puerta, pero no pasó nada.
Parecía como si las personas que vivían allí no hubieran estado en la casa por un tiempo. Volvió a golpear y nuevamente nada.
Finalmente, cuando habían desistido y estaban por salir de allí una voz femenina y bastante desconfiada, respondió desde adentro.
-- ¿Quién es? –
Santiago sintió algo de alivio al oír aquella voz. No había podido dejar de pensar en Paula y lo que debía estar haciendo en ese momento, sola y sin saber que pasara con su bebé.