Capítulo 25
VALENTINA
Nos fuimos a cenar a un restaurante donde había un servicio muy bueno de pizzas y pastas. Era un restaurante italiano al que me gustaba ir mucho y Axel, bien que lo recordaba. Pedimos la especialidad de la casa y después de disfrutar de una deliciosa pizza, con una buena pasta y un buen vino, de lo bien que la estábamos pasando, se me fueron las ganas de irme temprano a la cabaña y por supuesto, se lo hice saber a Axel.
—Axel, no quiero que volvamos a casa—confesé—todavía no, esta noche me la estoy pasando mejor que en mucho tiempo.
—Qué irónico, yo tampoco me quiero ir a casa. Es noche de viernes y ya que hemos terminado de cenar. Se me ocurre que podemos hacer algo y ahora es el momento porque después tendrás que iniciar tu tratamiento para lo de tu anemia y también ver lo del psicólogo.
—Ya ni me lo recuerdes, por favor. Mejor dime, ¿qué se te ocurre hacer?
—Déjame que te sorprenda, preciosa.