Sasha inspira hondo, intentando mantener la calma a pesar del caos que siente por dentro.
—¿Por qué estás haciendo esto? —pregunta, su voz ronca pero llena de una determinación que se refleja en cada palabra—. ¿Qué hiciste con mi loba, maldito traidor?
Lukan la observa por un momento, su expresión enigmática, como si ponderara cuánto debía revelar. No responde de inmediato, dejando que el silencio pese en la cueva, las sombras de las velas parpadeando en las paredes como testigos silenciosos.
—¡Responde! —Sasha grita, su voz resonando por la cueva, cargada de ira e impaciencia.
Lukan arquea una ceja, una sonrisa fría formándose en sus labios.
—¿Crees que estás en posición de exigir algo, lobita?
—¡No me llames así, joder! —Sasha gruñe, su cuerpo tenso a pesar de las