— ¿Vas a cazar? — La puerta de la guarida de Lovetta se abre, y ella mira a Kesha apoyada en el umbral mientras termina de quitarse la ropa.
— Sí — responde Lovetta, doblando sus prendas y colocándolas sobre la cama.
Desde que Miguel partió al mundo humano, antes de que Lukan llevara a Sasha bajo custodia, la tarea de cazar alimento fresco para la lycan preñada recayó sobre Lovetta, ya que todos los machos betas ya estaban emparejados y sus compañeras se negaban a permitir que cazaran y entregaran la mejor parte a otra hembra.
Pero el respeto que Lovetta comenzó a sentir por Sasha la llevó a asumir ese papel con orgullo.
— Voy contigo — dice Kesha. Lovetta se gira hacia ella, arqueando una ceja.
— Definitivamente no — responde Lovetta, caminando hacia la ventana de su guarida, pero Kesha no se rin