Solo con escuchar esa última frase todo el cuerpo de ella se eriza sin poder evitarlo…

— Claro… solamente quiero verlo un instante más cerca— dice ella aún con la mirada temblorosa sin eliminar esa sonrisa falsa que tenía en sus labios— un solo instante.

Marco se gira buscando a Emmanuel que en cualquier momento, en cualquier instante o detalle que sea de su desagrado lo cobraba caro.

Sin embargo, al no poder verlo, él se siente con la autoridad suficiente como para poder darle ese pequeño regalo a la cachorra que próximamente podría amaestrar.

Asiente, la suelta con una delicadeza que a Luisa le anuncia que solo es el preámbulo de algo mucho más grande, y en ese instante ella aprovecha para ver a Yasuke por última vez.

El manto de luz se vuelve cada vez más constante, más cercano y permanente. Todo pasa demasiado rápido como para ser observado por los ojos de Luisa.

Sin embargo, la luz comienza a inundar todo el lugar y el cuerpo de Yasuke no se quema.

— ¿Pero qué sucede? ¿Qué está