Rob va caminando con paso decidido y firme retando a cualquiera que lo vea.

Dispuesto salir de la clínica improvisada pero, justo antes de atravesar la puerta de salida, una bruja pequeña y decidida lo enfrenta.

— Tienes alucinaciones guerrero, ahora no puedes estar solo en el exterior, te estamos cuidando sigues bajo el…

— ¡Quítate!— dice el guerrero al mismo tiempo que aprieta las quijadas y la mira de forma amenazante.

A pesar que el bello de los brazos de Wone se eriza, se mantiene firme y sosteniéndole la mirada, no pensaba permitir que uno de ellos se escapara y cometiera una locura en medio de sus alucinaciones.

— Como te dije, no puedes salir, sigues teniendo los efectos del hongo puede que no sepas qué hacer o cómo diferenciar lo real de lo que es…

Rob se acercó amenazante a sólo un par de centímetros del rostro de Wone.

— ¡Quítate para mí ni esto puede ser real! ¡Tú no tienes jerarquía sobre mí, ni en la manada!— le grita en medio de gruñidos el guerrero— y si la tienes…— Ro