Capítulo 125.
Oleika siente que el corazón se le va a reventar en el pecho, cada paso que da dentro del territorio del aquelarre Luna Plateada provoca que un peso desconocido comience a hacer acto de presencia sobre sus hombros.
Malcolm quien se encuentra como un halcón atento cada uno de los detalles de los integrantes del aquelarre, observa cómo son recibidos al lugar, se mantiene dos pasos detrás de su pequeña pelirroja para ser capaz de prever cualquier ataque.
La pequeña mujer es cubierta por la sombra del enorme cuerpo fuerte y musculoso del Alfa que trae loco tras sus huesitos.
Oleika se detiene en seco justo a la mitad de una enorme plaza en el aquelarre, y Malcolm tiene que detenerse en seco para no golpearla al impactarse, el lugar no es más que un espacio amplio lleno de pequeñas cabañas café claro acorde al tono de la arena construidas en forma circular, haciendo la forma característica de la concha de un caracol.
Cada cabaña estaba colocada de forma específica para cumplir con la fu