Escapando de un mal amor. Capítulo Por tu veneno
Cuando Octavio llegó a casa, el silencio era tan profundo que casi podía escuchar los latidos de su propio corazón.
La luz tenue del atardecer se filtraba por las cortinas, pintando la habitación con tonos dorados y nostálgicos.
Allí, en medio de la cama, como un faro de paz en medio de su tormenta interna, estaba Luciana, dormida, con el rostro relajado y una expresión de inocencia que lo desarmó por completo.
Se acercó con pasos suaves, como si temiera despertar a un sueño. Se recostó a su lado y, sin contenerse, la abrazó contra su pecho. Sintió cómo el calor de su cuerpo lo anclaba a la realidad.
—Te amo, Luciana… —susurró con la voz quebrada—. Gracias por amarme, por quedarte conmigo cuando yo mismo quería huir… Gracias por darme vida cuando solo conocía la oscuridad.
La abrazó más fuerte, como si quisiera fundirse con ella, como si ese abrazo pudiera borrar cada error, cada mentira, cada herida.
Luciana abrió los ojos lentamente. Cuando lo vio tan cerca, sonrió, y esa sonrisa, s