Escapando de un mal amor. Capítulo Detener a un monstruo
Samuel sintió una presencia detrás de él. Era algo sutil, como una brisa cálida en medio del frío que sentía en el pecho. Cuando giró, se encontró con los ojos húmedos de Luciana.
—Luciana… Yo…
Las palabras se le rompieron en la garganta, atrapadas entre el remordimiento y la necesidad desesperada de redención. Pero ella no esperó más. Dio un paso al frente y lo abrazó.
No pudo evitarlo. Verlo tan destruido, con el rostro manchado de lágrimas y el alma hecha jirones, le dolió profundamente.
A pesar de todo, alguna vez lo había querido tanto… que su dolor ahora le era insoportable.
Samuel se aferró a ella con fuerza, como un náufrago que encuentra un último pedazo de madera para no hundirse del todo.
Lloraron los dos. Sin palabras. Solo la verdad cruda de lo que habían vivido y lo que ya no serían.
—Lo siento, Lu —dijo él con la voz rota, enterrando el rostro en su hombro—. Fui tan malo contigo… Tal vez merezco todo esto, pero me arrepiento. Te juro que me arrepiento.
Luciana negó suav