Amanecía y podía sentir cada minuto que pasaba, ni siquiera pude conciliar un sueño. Solo pensaba en Edie y en si habrá logrado descansar luego de todo el estrés encima.
Decido salir de la cama, seguir sobre ella era estúpido, ni si insistiera tenía razón para descansar, debía esperar a que Clem me de respuestas de su investigación y conociéndome sé que habrá iniciado desde la noche a buscar recursos para descubrir dónde y quienes tuvieron a Edie.
Luego de darme una ducha voy al comedor, Clara se encontraba alistando la mesa como cada mañana.
— Buen día señor Eric. — Me saluda amable pero la notaba triste.
— Clara, ¿Qué sucede?
— El joven Gavin me había pedido que llevara al señor Edie el desayuno.
— Eso es bueno, por qué llevas esa mirada?
— Es que el señor Edie, acepto lo que había llevado, pero rechazó los dulces que le gustan, y también--— Dice dejando de hablar.
— Qué? le dolía algo?
— Me llamó por mi nombre... él desde que me vio aquí me ha llamado Majo, y en verdad comenzaba a