Con el tiempo, el reino que Aiden y yo gobernábamos comenzó a florecer de maneras que pocos habrían creído posibles bajo el yugo de la tiranía de Theron. La estabilidad que habíamos logrado establecer, basada en la justicia, la equidad y el respeto por todos los ciudadanos, sentó las bases para un período de crecimiento y prosperidad sin precedentes, un verdadero renacimiento para una tierra que había sufrido por demasiado tiempo.
Las reformas económicas implementadas por el consejo, con nuestra guía y el profundo conocimiento de Aiden, comenzaron a dar sus frutos de forma visible y tangible. La eliminación de los impuestos injustos y abusivos que habían estrangulado a la población, junto con la promoción de un comercio justo y la eliminación de barreras comerciales, permitió que las comunidades prosperaran desde la base. Los agricultores podían vender sus cosechas a precios justos en mercados regulados, liberados de la explotación de los nobles. Los artesanos encontraban n