Fue un fin de semana terrible para Elliot. No sabía que había sido peor, si la visita acosadora de su exesposa o las reuniones sin sentido a las que estuvo asistiendo. Se sentía enojado y solo quería retornar a casa.
—Estás hecho una fiera, amigo. Este lugar es maravilloso, solo olvídate de todo y disfruta.
—No le veo ningún sentido a este viaje.
—Al parecer el único que no lo ha hecho ha sido tú, pues te cuento que Elías desde que sale de las reuniones se marcha y no regresa hasta el siguiente día.
—Cada quien es libre de hacer con su vida lo que le parezca más conveniente, yo no deseo estar aquí.
Elliot estaba ansioso por regresar y solo respiro una vez que estaba abordando en su jet privado.
—¡Hijo, voy a regresar contigo! —se presentó Elías a la hora de salir.
—No tengo problemas ¿Has venido en vuelo comercial?
—Sí. Estuve aquí desde el martes haciendo que todo fuera más fácil para las reuniones.
David miró a su amigo con una ceja elevada, pues el comportamiento tan agradable de E