Clara es una estudiante de 19 años, apasionada por la literatura. En su último año de preparatoria, su vida da un giro inesperado cuando conoce a su nuevo profesor de literatura, el Sr. Martínez, un hombre carismático y talentoso que despierta en ella una admiración profunda. A medida que las clases avanzan Clara se siente cada vez más atraída por su forma de enseñar y su manera de ver el mundo.
Leer másCapítulo 1:
Era un día soleado de septiembre cuando Clara, una estudiante de 19 años, entró por primera vez al aula de literatura. La emoción y los nervios la acompañaban, ya que este año sería crucial para su futuro. La escuela había cambiado mucho desde el año anterior según me habían dicho algunas personas y Clara estaba decidida a aprovechar al máximo su último año de preparatoria.
Al entrar al aula, se encontró con un ambiente acogedor. Las paredes estaban decoradas con citas de grandes autores y estanterías llenas de libros. Sin embargo, lo que más llamó su atención fue el hombre que estaba de pie frente a la clase. El Sr. Martínez, su nuevo profesor, tenía una presencia que iluminaba la habitación. Era bastante joven, con cabello oscuro y una sonrisa que parecía contagiosa. Clara sintió un cosquilleo en el estómago, era una mezcla de admiración y curiosidad lo que la estaba abordando.
El Sr. Martínez comenzó a hablar sobre la importancia de la literatura en la vida de las personas cuando la clase dio inicio. Su voz era suave, pero firme, y Clara se dio cuenta de que cada palabra que pronunciaba resonaba en su interior haciéndola sentir mariposas en el estómago. Este hablaba de los personajes, de las historias que nos conectan y de cómo la literatura puede ser un refugio en momentos difíciles. Clara se sintió cautivada, como si cada frase estuviera dirigida a ella en primera persona.
A medida que la clase avanzaba, Clara no podía evitar robarle miradas furtivas al apuesto profesor. Ella se dio cuenta de que no solo era su forma de enseñar lo que la atraía, sino también su pasión por la materia a la hora de expresarse. Además, había algo en su manera de hablar que hacía que cada libro cobrara vida vida propia en segundos y Clara se sintió inspirada, como si hubiera encontrado un nuevo propósito en la vida y ese era su querido profesor.
Al final de la clase, el Sr. Martínez les asignó un proyecto sobre su autor favorito. Clara sabía exactamente a quién elegir: Gabriel García Márquez. Quien escribió cosas muy interesantes de las cuales podría hablar sin problema.
Mientras sus compañeros se dispersaban directo a sus siguientes clases, ella se quedó un momento más revisando los libros en la estantería. El Sr. Martínez se acercó a ella con la intención de conocerla y de inmediato su piel se erizó al sentir su cercanía.
—¿Te gusta García Márquez? —preguntó con una sonrisa al verla con aquel libro entre sus manos.
Clara asintió, sintiendo que su corazón latía más rápido que nunca y se vio tentada a llevar su mano hasta este. Sentía que en cualquier momento podría salirse le del pecho y temió que su profesor notara aquella reacción.
— Es un autor fascinante. Su forma de contar historias es mágica y me transporta hacia otro mundo — dijo ella, tratando de sonar segura mientras escondía sus nervios.
—Estoy totalmente de acuerdo contigo y si tú tarea será de él, entonces te recomiendo "Cien años de soledad". Es un clásico y seguro tus compañeros aprenderán mucho de tu trabajo—respondió él con una mirada que parecía ver más allá de lo superficial y a Clara eso le encantó.
Clara sintió que el tiempo se detenía cuando sus ojos conectaron con los de su profesor y en ese breve intercambio que tuvieron, ambos sintieron como algo cambió entre ellos. Ella no solo había conocido a un profesor atractivo que impartía literatura, sino a alguien que compartía su amor por la literatura. Fue ahí que a medida que esta salía del aula no podía dejar de pensar en el Sr. Martínez, ya que sabía que este año sería diferente, y que su vida estaba a punto de tomar un rumbo inesperado que la haría vivir momentos únicos a su lado.
Capítulo 83Con el paso de los años Clara y Kevin maduraron y construyeron una vida juntos llena de buenos recuerdos. Su amor se había fortalecido con el tiempo desde que se habían casado y hasta una hermosa niña llamada Alana habían tenido.Cuando Alana nació fue la mayor bendición que pudieron imaginar en sus vidas. Alana era una niña preciosa igualita a su padre, con grandes ojos curiosos y una sonrisa que iluminaba cualquier habitación. Kevin como padre se convirtió en un hombre aún más cariñoso y protector y Alana rápidamente se convirtió en su adoración y su debilidad. Esa niña con solo mover sus ojitos lo tenía rendido a sus pies y a todos les divertía.— Mira, papá, puedo hacer esto — exclamaba Alana mientras intentaba montar su bicicleta por primera vez con la ayuda de su padre.— Eso es, Alana sigue así — respondía Kevin con una mezcla de orgullo y emoción — Tú puedes hacerlo, princesa.Por otro lado, Lucas y Valeria también habían formado su propia familia. Ellos habían teni
Capítulo 82Los meses pasaron y Clara se sentía más tranquila que nunca. La vida había tomado un rumbo positivo desde que Kevin comenzó a dirigir la editorial de su abuelo y ya todos sabían de su relación. Cada día él la recogía de la escuela bajo la atenta mirada de muchas y su relación se fortalecía con cada momento que compartían juntos.Clara en poco tiempo se convirtió en la envidia de muchas de sus compañeras, quienes no podían evitar comentar sobre su suerte al estar con el profesor de literatura más atractivo que jamás habían tenido. Ese hombre era un verdadero pecado y ella estaba orgullosa de tenerlo solo para ella.Finalmente llegó el más esperado, el día de su graduación. Clara se sintió llena de orgullo al recibir su diploma, y la emoción en su corazón era indescriptible al ver a todos los que la acompañaban. Había logrado entrar a la universidad que siempre había deseado y sabía que todo el esfuerzo había valido la pena. Estaba con él hombre que amaba y no siquiera las a
Capítulo 81Después de la tensa situación en la escuela con todos aquellos profesores, Clara y Kevin llegaron a casa de él buscando un momento de tranquilidad. La tarde era soleada y el aire fresco les daba un respiro después de todos los problemas que habían enfrentado. Sin embargo, al abrir la puerta de la casa se encontraron con una sorpresa inesperada; la madre de Kevin estaba esperando por él y este se sorprendió al verla.— ¿Mamá? ¿Qué estás haciendo aquí? — pregunto Kevin sorprendido — No esperaba verte aquí.La señora Martínez sonrió con pesar al verlo, pero su expresión no era tan seria como la de su último encuentro.— Si estoy aquí es porque necesitamos hablar, hijo — dijo mirando a Clara, quién se había mantenido en silencio — Tu debes ser Clara he oído mucho sobre ti.Clara sintió un ligero nerviosismo al escuchar eso, pero se esforzó por sonreír y no verse tan tensa.— Sí, soy yo, mucho gusto — respondió, sintiendo que era un momento importante.La señora Martínez invitó
Capítulo 80Después de salir de la estación de policía, Clara y Kevin se dirigieron a la escuela para afrontar su segundo problema. Clara sentía una mezcla de nerviosismo y determinación, pero en ningún momento soltó su mano. Sabía que era importante estar allí para Kevin, especialmente con todo lo que estaba en juego para ambos.– ¿Estás listo? — preguntó Clara mirando a Kevin mientras caminaban hacia la entrada de la escuela.— Lo estaré siempre y cuando tú sigas a mi lado — respondió Kevin tomando una respiración profunda — Solo quiero que sepas que estoy agradecido de que estés a mi lado y pase lo que pase nunca te dejare.Al llegar a la entrada tomados de la mano notaron que muchos estudiantes los miraban fijamente. Algunos de ellos se acercaron para preguntar por la salud de Clara después de que vieron como la habían sacado de la escuela, mientras que otros les ofrecían palabras de apoyo por su relación.— ¡Clara! Qué bueno que estás bien, nos alegra mucho — dijo un compañero de
Capítulo 79La mañana siguiente llegó y Clara se despertó con una mezcla de nerviosismo y determinación. Sabía que era el momento de dar un paso importante para ella y poner formalmente la denuncia contra Rayan por lo que había sucedido. Kevin la acompañó a la estación de policía bien temprano, sintiendo que su apoyo era crucial en ese momento. Él no quería dejarla sola en ningún momento debido a lo que pudiera suceder.— Respira profundo mi amor, estoy aquí contigo en todo momento — dijo Kevin tomando su mano mientras caminaban hacia la entrada de la estación — No tienes que hacer esto sola y si sientes que quieres irte, solo tienes que mirarme y yo te sacaré de ahí.Clara asintió de inmediato sintiendo que la calidez de su mano le daba fuerza. Al entrar a la estación el ambiente era serio y Clara sintió que la ansiedad comenzaba a apoderarse de ella sin siquiera haber dicho una sola palabra. Sin embargo, sabía que debía ser valiente y con Kevin a su lado eso no era un problema.Desp
Capítulo 78 Clara llegó a casa después de su tiempo en el hospital, sintiendo una mezcla de alivio y felicidad al estar de nuevo en su hogar. Sin embargo, al abrir la puerta fue recibida por su madre, quien la abrazó con fuerza demostrándole todo su amor.— ¡Hija mía! — exclamó la señora Alicia con lágrimas de alegría en los ojos — No sabes cuánto te hemos extrañado, que bueno que estés ya en casa.— Yo también los he extrañado, pero solo fue un día en el hospital —respondió Clara sintiendo que el amor de su familia la envolvía.Detrás de ella, Valeria, Sofía y Ana entraron corriendo lanzándose a abrazarla. Solamente daba gracias de que el sofá hubiese amortiguado la caída.— ¡Estás de vuelta! — gritó Valeria con una sonrisa radiante— No puedo creer que estés aquí, pensamos que nunca llegarías.— Nos asustaste tanto ayer que ni siquiera he podido dormir bien — dijo Sofía con una expresión de alivio — Nunca más te dejaremos sola, lo prometo.– Está bien, está bien. Yo sé que no lo har
Último capítulo