En realidad no sé la intención de sus padres que tenían hacia mí con la propuesta que me acaban de hacer, pero no soy de las personas que le huyen a los retos y si esto se trataba uno de ellos pues yo lo iba a asumir con mucha responsabilidad. El almuerzo termino y regresé rápidamente a mi cuarto para tomar un poco de ropa y cambiarme. Tampoco sé cómo iba a tomar Marshall este tipo de actitudes, después de haberme recomendado que me quedara en casa.
Por un momento observé a través de la ventana y pude ver el bosque y la densidad de la niebla, parecía un día sombrío, por dentro también tenía miedo de lo que pudiera llegar a pasar, sabía perfectamente que es el lobo en el cual se convertía perdí el control e incluso anteriormente ya me había lastimado, creo que Marshall todavía no podía dominar los impulsos de esa bestia hacia mí cuando estaba cerca.
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—¿Ya estás lista, querida?—preguntó su madre detrás de la puerta, parece que ella si estaba ansiosa de descubrir si podía llevarme bien