Flor Pérez

Hoy fue un largo día, sinceramente no sé qué sentir o que pensar, jamás imaginé esto, jamás ni en mis sueños más locos, imaginé vivir algo como lo que estoy viviendo. ¿Por qué lo hace? ¿Por qué? Él no era así conmigo, para él yo era una peste, una sanguijuela, según sus propias palabras.

No entiendo a lo que se refiere cuando me dice que pasó por varias cosas hasta llegar aquí, cuando me fui, estaba molesta, me sentía deshecha, me sentía rota y todo gracias a él.

Tres años bastaron para darme cuenta de que ese hombre nunca me amaría, claro, nunca me puso una mano encima, pero el hecho es que, sus palabras dolían más que un golpe, sus infidelidades, su ausencia, sus constantes recordatorios.

Todo ello no se puede borrar así de simple, todo lo que vivimos no se puede borrar con un lo siento.

“Flor, que te engañas, hoy te sentiste rara con él, no te mientas a ti misma”, dice la misma voz que me acompañaba cuando vivía con él.

Si, no lo niego, hoy, cuando me llevó a donde antes