Flor Pérez
Estaba tan molesta, frustrada, pero también apenada con mi hermano y Blanca. Aquellas malditas fotografías no dejaban nada a la imaginación, no sé qué opiné Matías después de esto, pero seguramente esto era algo que no esperaba ver.
Miro el reloj y ya eran las 6:00 am, según palabras de Christian, él vendría aquí a las 7:00 am. Me levanto de la cama, sin muchos ánimos, tomo un baño con agua caliente, tratando de encontrar un poco de descanso con ello.
Me pasé toda la noche devanándome la cabeza para ver cuál era la mejor decisión, aunque bien sabía que no había mucho que pensar. Estoy dispuesta a soportar la indiferencia de Christian, estoy dispuesta a volver a convivir con su presencia, aunque me moleste, al menos hasta que encuentre las atenuantes suficientes para poder divorciarme o para convencerlo de que el divorcio es la mejor opción.
Sé que mis hijos no merecen vivir lejos de su padre, pero, ¿Quién en su sano juicio le diría a su marido que es el mujeriego más gra