Capitulo XLII: Todo sale mal.
Dominick iba al volante, mientras Mónic parecía ir perdida en sus pensamientos; con la vista clavada en el cristal de la ventana como si el exterior fuera lo más interesante del mundo en vez de una simple mancha casi abstracta a causa de la velocidad a la que iba.
El silencio en el que de habían sumido era bastante pesado y demás incómodo, ella trataba de ignorarlo mientras él no dejaba de verla de reojo, ninguno de los dos se atrevía a abrir la boca si quiera, no sabían que decir o que hacer ante esa situación que de pronto se tornaba tan incómoda.
— Deja de mirarme de reojo... me siento espiada — el silencio fue interrumpido por la suave voz femenina, Dominick respiro profundo, el volante lo sujeto con una sola mano mientras la otra la pasaba por su cabello despeinandolo.
— Lo siento, no quería incomodarte — se disculpo, sus mejillas se sonrojaron un poco ante la vergüenza de haber sido descubierto mirando a la muchacha.
— ¿Cómo está el bebé?, me percate está mañana de que Litzy par